Stephenie Meyer es la autora de la saga Crepúsculo, que para muchos adolescentes es una obra maestra, y particularmente a quién escribe le parece una saga muy endeble, pero sobre gustos no hay nada escrito.
Ahora Meyer ejerce como productora ejecutiva de la adaptación al cine de su último libro: The Host: La Huésped. Pero aquí las cosas son aún más evidentes. The Host es prácticamente una copia de Crepúsculo pero donde había vampiros ponemos extraterrestres y listo, cartón lleno.
El director de la película es Andrew Niccol es bastante polémico porque es recordado como el guionista de la genial The Truman Show, pero como director tiene en su haber una película que paso al olvido rápidamente: In Time (2011). Pero aún en esa película que no era brillante, había algunos conceptos o ideas interesantes, mientras que The Host es una cinta olvidable desde el minuto 0.
Al comienzo de la cinta una voz en off nos relata que el planeta Tierra es un lugar pacífico, sin hambre, guerras ni peste. Pero ya no viven humanos allí, sino que una raza extraterrestre conocida como Wanderer busca a los pocos humanos sobrevivientes y los convierte en recipientes para la raza invasora.
Pero el ente Wanderer no puede acceder completamente a los recuerdos de la joven Melanie, y la joven lo convence para escapar juntos antes de que los extraterrestres sustituyan a Wanderer por otra entidad más fuerte.
¿Donde están los problemas principales? Primero en la estupidez de los extraterrestres. No creen en la violencia y por eso no están armados ¿cómo no los detuvieron los ejércitos del mundo? No cierran las ventanas y dejan que Melanie y Wanderer escapen en segundos, la verdad que una raza así de estúpida difícilmente pueda dominar un planeta, pero en el mundo de Meyer todo es posible.
Para más similitudes, hay un triángulo amoroso con diálogos insulsos y una vaguedad realmente atroz. The Host: La Huésped es una de esas películas que muy probablemente los adolescentes consuman por su equipo de producción, pero no tiene un solo aspecto atractivo para quién realiza está critica.
Menos mal que no se trata de una saga, sino de una historia autoconclusiva, y ahí en el final tampoco repunta la cosa. Perdí dos horas de mi vida viendo esta película.
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